jueves, 20 de noviembre de 2008

Itzaacs comienza su etapa de meditación

Luego de su frustrado romance, Itzaacs, comienza una etapa de profundos replanteos y cuestionamientos en su vida.
Retrocede hasta las bases mismas de su personalidad, y comienza a interrogarse acerca de los fundamentos de la esencia del ser humano.
¿Quiénes somos? ¿Por qué somos como somos? ¿Cómo llegamos aquí? ¿Cuál es nuestra razón de ser?
Abrumado por tantas preguntas sin respuesta, decide acostarse a dormir una siesta, a la sombra de un viejo sauce llorón.
Sus sueños se pueblan de ratones de campo, cientos, miles de estas criaturas, pululan por doquier, inundándolo todo.
Se despierta alarmado, al notar que uno de estos simpáticos animalillos, pretende ingresar por un sito impropio de su anatomía masculina.
Al despabilarse, nota aliviado, que lo que pensaba era un ratón, era en realidad una ramita del sauce, que lo acariciaba suavemente.
Es tal, su estado de depresión, que le parece que hasta el sauce llorón, se ríe de él.
-Es asunto con la marabunta- masculla por lo bajo, dando origen a la frase, que de allí en adelante, pronunciará cada vez que no encuentre respuestas a una cuestión que lo perturba.
Y a raíz de este sueño, conserva para siempre, la imagen del ratón de campo, como algo que evocará con ternura y melancolía, a lo largo de su existencia
Llegando incluso, a transformarla en un icono, que lo identificará ante sus seguidores.
-Cuanto más bajo me encuentre, menos posibilidades de caer tengo- Piensa, en un atisbo de lucidez
-Cuanto más pequeño, mas fácil resulta ocultarse- Continúa razonando el maestro
Más tarde, comienza a caminar por la orilla del río, y absorto en la contemplación de la naturaleza peculiar que lo rodea, y sumido en profunda meditación, imagina su poema “Caminata”.

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